A partir de ahora consideradme un poquito más húngaro que ayer… de repente me he dado cuenta que simpatizo con los húngaros a un nivel muy elevado, siento que nuestros deseos en la vida y nuestras metas convergen hacia un mismo punto, es más, tengo la certeza de que mi media naranja habla húngaro… quizás no logremos entendernos con la palabra, pero nuestra afinidad espiritual sorteará cualquier barrera que se interponga entre nosotros…

Y os preguntareis, ¿a que viene esta hungarofilia repentina? Pues se debe a una noticia que me ha iluminado el alma, y dice así:

LUZ VERDE DEL COMITÉ ELECTORAL:
Hungría podría someter la siesta a referéndum

¡Que gran nación la Húngara! Esta claro que solo se ha aprobado la posibilidad de hacer un referéndum, pero es un primer paso hacia la luz... hacia el objetivo final, que seria el de tener un descanso para la siesta por ley.

Si lo consiguen se creará un precedente, ¿os imagináis un país donde todo el mundo haga la siesta? Se acabarían las caras largas, los problemas, la mala leche generalizada… todo funcionaria mucho mejor… gracias a ello Hungría se convertía en una gran potencia mundial y los demás países se verían obligados a imitarles para no quedar rezagados… y ahí vendrá nuestra oportunidad, ¡siesta para nosotros también!

Pero mi simpatía por los Húngaros no se limita a esta propuesta sino a otras brillantes sugerencias que podéis leer en el mismo artículo como la de solicitar un referéndum para exigir cerveza gratuita en los bares… lástima que la propuesta no prosperara, pero solamente por la valentía de intentarlo merecen un premio.

Con esta notícia me despido y cierro mi blog por vacaciones... voy a ir haciendo las maletas, partiremos rumbo al este.