El verano ha irrumpido con contundencia en nuestros hogares y todos buscamos desesperadamente formas eficientes de combatir el calor, duchas frescas, aire acondicionado, lo que sea vale. Su pongo que todos coincidiréis conmigo en que una de las formas mas placenteras y sabrosas de combatir el calor es comiéndose un rico helado.


Actualmente en los supermercados podemos encontrar helados de múltiples sabores y mezclas, que si helados con sabor a cookies, de turrón con nueces, menta y chocolate, la lista es interminable.

Pero centrémonos en los helados básicos (y económicos). A mi me vienen a la mente tres sabores: vainilla, nata y chocolate. Son los sabores de toda la vida, que a priori deberían gustar a cualquiera.

Pues bien, cuando bajo al supermercado a por una barra de helado para combatir el calor y ganar unas cuantas calorías me encuentro que tienen barras de halado de todos los sabores menos de chocolate... y no por que se hayan acabado sino porque no hay.

Puedo disfrutar tranquilamente de un litro de helado de vainilla, de otro de nata y de otro de... ¿tres sabores? si si, la única manera de comer helado de chocolate es comprarlo juntamente con sus respectivas partes de nata y vainilla.

¡Quiero mi helado de chocolate! No veo justo que para comer un helado solamente de chocolate tenga que decantarme por otros productos más caros, con trocitos de chocolate, chocolate belga u otras variedades que valen mucho más que el simple y llano chocolate que va en medio de la barra de tres sabores.

¿Es una técnica de marketing para que los fanáticos del chocolate compremos helados más caros? Necesito una respuesta urgente, se ha acabado la parte de chocolate de mi barra de tres sabores y si no encuentro una solución voy a tener que acabar comiéndome la nata...