Es el dia de san Valentín, y las chicas ofrecen chocolate a los chicos que les gustan. Es el caso de Monami, la chica vampira, que ofrece un bombón de sangre a Mizushima para convertirlo en vampiro y que éste se quede a su lado. Por otro lado Keiko, la novia de Mizushima, no lleva muy bien el rechazo de su chico.

Estamos ante la comedia gore más delirante hecha en mucho tiempo. Se nota el toque de Yoshihiro Nishimura, que ya en su dia nos sorprendió con Tokyo Gore Police, una película que paso a ser film de culto de manera prácticamente instantánea.

Humor incorrecto, escenas surrealistas, chicas explosivas, fantasía, efectos especiales y mucha sangre que harán las delicias de los amantes de éste tipo de películas niponas. ¡No os quedéis sin verla!

Samurai Princess (Kengo Kaji, 2009)

La Princesa Samurai es la superviviente de un grupo de mujeres violadas y asesinadas, que se convierte en un androide para vengar sus muertes. En un japón alternativo en el que los mecha usan partes de los cadáveres humanos para mejorar sus cuerpos ésta joven guerrera buscará su venganza.

Kengo Kaji también formo parte de Tokyo Gore Police, en éste caso fue uno de los escritores. Aunque ha intentado hacer una película sangrienta y divertida la verdad es que hay partes en la que se hace un poco pesada, a pesar de las escenas de sangre y visceras. Demasiada filosofía para un género de entretenimiento puro, no le llega a la suela del zapato ni a Frankenstein Girl vs Vampire Girl, ni evidentemente a Tokyo Gore Police.

Hard Revenge Milly: Bloody Battle (Takanori Tsujimoto, 2009)

Tuvimos también la oportunidad de ver Hard Revenge Milly y Hard Revenge Milly: Bloody Battle. En la primera se cuenta una historia de venganza con grandes paralelismos con Kill Bill. Milly, la única superviviente de una gran masacre, busca vengarse de los que la dieron por muerta. En la segunda parte, descubriremos un poco más sobre el personaje de Milly, que ayudará a una jovencita a vengarse de los asesinos de su novio.

Estamos ante una película con grandes escenas de lucha y de sangre, pero con un toque bastante más serio que las dos anteriores. Miki Mizuno lo borda en su papel de Milly, dándole un aire frio y despiadado a su personaje, además de hacerlo de maravilla en las escenas de lucha. Hará las delícias de cualquier seguidor del cine fantástico japonés, así como las de cualquier fanático de Kill Bill.