Después de pasar cinco días inmerso en la fauna madrileña he conseguido volver a casa sano y salvo, con un completo
estudio antropológico de las tribus de la España central que refleja unos
resultados bastante interesantes.
Los nativos de la zona
se comunican en el dialecto madrileño, bastante similar al castellano estándar, por lo que no tuve excesivos problemas para entablar conversación con ellos. Pese a las abundantes coincidencias también percibí el
uso de las palabras desconocidas para mí, que fui aprendiendo con el paso de los días. Ejemplos de ellas son
mazo (utensilio que usaban los madrileños ancestrales para golpear objetos)
tronco/tronca (parte central del árbol, entre la raíz y la copa) y la más interesante de todas,
pibe/piva de la cual aún desconozco el significado…
En base a mi experiencia, la
alimentación básica de los madrileños son
el chorizo, el jamón y las patatas. Algunos platos típicos de la zona son el bocatacalamares, los callos (con chorizo, claro), los huevos rotos (con patatas, pimientos y chorizo) y las patatas bravas, aunque también es muy popular la variante patatas con ali-oli (salsa de origen italiano, según ellos).
En cuanto a
la bebida descubrí que los madrileños son bastante aficionados a las bebidas espirituosas, como
las cañas y el vino, aunque también descubrí que algunos grupos dentro de la tribu tienen una
extraña afición por el licor de flores y el pacharán.Pasando al
comportamiento social de los madrileños hay que decir que son
personas muy amables y hospitalarias, a las cuales les gusta mucho la vida en la calle. Tienen una extraña
afición a las aglomeraciones, ya sea yendo a manifestaciones en el centro de la ciudad o a una cosa que ellos llaman
el rastro, que consiste en una marea humana similar a la peregrinación a la meca, pero con la intención de comprar bragas a un euro…
Los madrileños están
gobernados por una especie de faraón llamado Gallardón “el grande” que está convirtiendo la ciudad de Madrid en
un gran mausoleo, excavando y asfaltando por toda la ciudad. Cuando la obra esté finalizada, el faraón será enterrado en la Plaza del Sol, junto con sus posesiones y sus sirvientes, al lado de un extraño
tótem de un oso y un árbol al que parece que los madrileños les gusta venerar.
Para finalizar me gustaría
advertir a todo el mundo de que la ciudad de Madrid es una especie de trampa para viajeros incautos.
Los madrileños tienen un conjunto de dispositivos para impedir que se abandone la ciudad una vez has entrado en ella. Parecen usar nombres en clave para referirse a ellos, se llaman
RENFE, T4 y M30… tendré que investigar el significado de esos curiosos acrónimos…
Podeis encontrar todas las fotos de mi viaje
aqui.